Jesús, no quiero abandonarte, antes bien, deseo dar testimonio de ti a los hombres. Quiero darte a conocer a quienes no han oído hablar de ti. Sé que no será fácil, porque el mundo odia los que te pertenecemos, pero “Tú has vencido al mundo”, y con esa confianza, quiero aventurarme en el anuncio de tu Persona. Catholic.net
gadgets para blogger

ACI prensa

La fe es garantía de lo que se espera; la prueba de las realidades que no se ven. http://la-oracion.com

jueves, 18 de abril de 2024

El que recibe a Cristo, deviene Cuerpo del Resucitado


La naturaleza humana fue asumida por el Hijo de Dios tan íntimamente que no sólo en él, “el Primogénito de toda la creación” (Col 1,5), sino también entre los santos, sólo hay un único y mismo Cristo. Como la cabeza no puede ser separada de los miembros, los miembros no pueden ser separados de la cabeza. (…)
 
Con Cristo sufren los mártires con coraje glorioso, con fe los que renacen con el baño de regeneración. Cuando se renuncia al diablo por creer en Dios, se pasa de lo vetusto a la renovación. Cuando se deposita la imagen del hombre terrestre para revestir la forma celeste, se produce una especie de muerte y de resurrección. El que recibe a Cristo y es recibido por Cristo, después de la inmersión del bautismo, no es el que era antes, sino que la carne de Cristo es el cuerpo del renacido.
 
Por eso, la Pascua del Señor es celebrada como conviene, “con los panes sin levadura de la pureza y la verdad” (1 Cor 5,8). Una vez rechazado el fermento de la antigua malicia, la nueva criatura se embriaga y alimenta del Señor mismo. La participación al Cuerpo y Sangre de Cristo tiene la capacidad de hacernos llevar a todas partes, en nuestro espíritu y en nuestra carne, aquel con el que hemos muerto, hemos sido sepultados y somos resucitados. 

  San León Magno (¿-c. 461)
papa y doctor de la Iglesia
Sermón XII sobre la Pasión (PL 54. Lectures chrétiennes pour notre temps, Abbaye d'Orval, 1972), trad. sc©evangelizo.org




 

miércoles, 17 de abril de 2024

Yo soy el pan de vida. El que venga a mí, nunca tendrá hambre


¿Dónde encontráis la alegría de amar? En la eucaristía, la santa comunión. Jesús mismo se hizo "pan de vida" para darnos vida. Noche y día está allí. Si vosotros realmente queréis crecer en el amor, volved a la eucaristía, a esta adoración. En nuestra congregación, teníamos la costumbre de tener la adoración una vez a la semana durante una hora; después, en 1973, decidimos tener la adoración cada día durante una hora. Tenemos mucho trabajo; por todas partes nuestras casas para enfermos y moribundos indigentes están llenas. Pero a partir del momento en que comenzamos la adoración cada día, nuestro amor por Jesús se volvió más íntimo, nuestro amor por cada uno más benévolo, nuestro amor por los pobres más compasivo.

 
Mirad el tabernáculo y ved lo que significa ahora este amor. ¿Soy consciente de eso? ¿Mi corazón es lo bastante puro para que vea allí a Jesús? Con el fin de que para vosotros y para mí sea más fácil ver a Jesús, él mismo se hizo "pan de vida"; con el fin de que pudiéramos recibir la vida, una vida de paz, una vida de alegría. Encontrad a Jesús y encontraréis la paz.


  Santa Teresa de Calcuta (1910-1997)
fundadora de las Hermanas Misioneras de la Caridad
La palabra para ser hablada, cap. 6.evangelizo.org


 

martes, 16 de abril de 2024

Mírame Señor

 Mírame Señor que te quiero amar Mírame que con lágrimas te pido sanar, todas las heridas de mis cruces, producto de mi andar. No apartes tu mirada de mi, no me abandones en la tempestad y mucho menos en la dificultad. Enséñame a ser como tú, llena de humildad.

 EsclavadeMaría


 

domingo, 14 de abril de 2024

Evangelio,Reflexión

 ¿Cómo no iba a ser un cuerpo si tenía todas las señales de sus heridas, la marca de las cicatrices, las cuales se mostró el Señor [a los discípulos] para que las palparan? Con ese detalle, no sólo los robustece en la fe, sino que también los estimula a la devoción, puesto que las heridas que recibió por nosotros prefirió, sin suprimirlas, llevárselas al cielo, para presentárselas a Dios Padre como rescate de nuestra libertad,

San Ambrosio
 

 Cuando Jesús Resucitado aparece, nuestros miedos desaparecen; y a la inversa, mientras tengamos miedo, será difícil descubrir a Jesús Resucitado. 

Tocar las heridas, palparlas [ψηλαφήσατε], las propias y ajenas, nos hace creer auténticamente en Jesús, cuyas heridas nos sanan. 

Jesús participa en nuestras comidas, se hace presente en lo que compartimos: se nos abre la mente para comprender las Escrituras y nos convertimos en testigos del Crucificado-Resucitado.

 

SigloII

sábado, 13 de abril de 2024

HOY TE DIGO SEÑOR.

Mi Señor amado,
Cuando falten las fuerzas,
tú serás el sustento.
 
Cuando olvide el por qué,
tú serás la memoria.
 
Cuando pierda las ganas,
tú serás el aliento.
 
Cuando vacile la fe,
tú serás la respuesta.
 
Cuando añore la alegría,
tú serás el horizonte.
 
Cuando necesite valor
tú serás el escudo.
 
Cuando tema el rechazo
tú serás el abrazo.
 
Cuando confunda el camino,
tú serás la guía.
 
Cuando quiera rendirme,
tú serás el freno.
 
Cuando me aturda el ruido
tú serás el silencio.
 
Cuando ignore el amor
tú serás la pasión.
 
Cuando derroche los motivos
tú serás la última reserva.
 
Y, siendo tú mi todo,
nada más hará falta
para seguir adelante.
 
En esta hora de mi día, Señor, me dirijo a Ti en este breve momento de paz. Al terminar el día, te doy gracias y te pido Tu bendición para mí y para mis seres queridos. Concédenos la paz en el balance de este día y de todos nuestros días. 
Amén.
 
 
 

 

Reflexiones para hoy ...

  


 Haz, Señor, que las tormentas de mi vida, sean calmadas con tu dulce presencia, a través de la oración y la vida sacramental. Amén.

 

 

Sólo tiene una palabra, una pequeña propuesta: "No temáis, no tengáis miedo". Con Él a nuestro lado no hay tormenta que nos pueda, ni incertidumbre que dure, ni oscuridad que nos deprima, ni proyecto que se nos resista. Dejemos el miedo, agarrémonos a la fe.

 
 
 
 
 

 “Señor Jesús, purifícanos con Tu Amor, para que nuestras vidas sean restauradas y nuestras almas impregnadas de la Santidad que de Ti emana”
 


La cooperación privilegiada de María en la Redención


La Santísima Virgen, predestinada desde toda la eternidad como Madre de Dios juntamente con la encarnación del Verbo, por disposición de la divina Providencia, fue en la tierra la Madre excelsa del divino Redentor, compañera singularmente generosa entre todas las demás criaturas y humilde esclava del Señor.

Concibiendo a Cristo, engendrándolo, alimentándolo, presentándolo al Padre en el templo, padeciendo con su Hijo cuando moría en la cruz, cooperó en forma enteramente impar a la obra del Salvador con la obediencia, la fe, la esperanza y la ardiente caridad con el fin de restaurar la vida sobrenatural de las almas.

Por eso es nuestra madre en el orden de la gracia.

Lumen Gentium, 21 noviembre 1964, Cap VIII §61. Concilio Vaticano II 

 

viernes, 12 de abril de 2024

Reflexión


 Tu cuerpo, surco de penas,
hoy es de luz y rocío;
que lo vean los que lloran
con ojos enrojecidos.

Tu cuerpo espiritual
es la Iglesia congregada;
tan fuerte como tu cruz,
tan bella como tu Pascua.

 https://twitter.com/DivineMercyEsp

martes, 9 de abril de 2024

El viento no sabes de dónde viene ni a dónde va»

¿Quién eres tú, dulce luz que me llena
e ilumina las tinieblas de mi corazón?
Tú me conduces como la mano de una madre
y si me soltaras,
no sabría dar un solo paso.
Tú eres el espacio
que envuelve todo mi ser y lo cobija en ti.
Abandonado de ti, me hundiría en el abismo de la nada
de donde lo has sacado para levantarlo hasta la luz.
Tú, más próximo cercano a mí
que no lo estoy yo de mí misma,
más íntimo que lo más profundo de mi alma,
y sin embargo inalcanzable e inefable,
más allá de todo nombre,
¡Espíritu Santo, Amor eterno!
¿No eres Tú el dulce maná
que del corazón del Hijo
fluye en el mío,
alimento de los ángeles y de los bienaventurados?
Él, que ha pasado de la muerte a la vida
también a mí me ha desvelado desde el sueño de la muerte a una vida nueva.
Y día tras día
me sigue dando una vida nueva
la plenitud de la cual un día me inundará toda entera,
vida de tu vida, sí, Tú mismo,
¡Espíritu Santo, Vida eterna!

 

  Santa Teresa Benedicta de la Cruz
Edith Stein, (1891-1942), carmelita descalza, mártir, copatrona de Europa
Poesía, Pentecostés 1942.evangelizo.org

lunes, 8 de abril de 2024

Amor perdido.



Si en este mundo, cuando una persona está enamorada de otra y ésta no le corresponde, se llega a los más graves extremos de tristeza, amargura e incluso a la locura misma, ¿qué será cuando un alma vea la Belleza infinita de Dios, que es el Amor mismo, y sea apartada de Él para siempre en el infierno, o por mucho tiempo en el Purgatorio?

Si en este mundo es tan fuerte el amor, que hace que nos enfermemos cuando la persona amada no nos ama, o por algún motivo no podemos estar con ella y poseerla, ¡qué tremendo será el perder para siempre al Amor increado, que es Dios y para el cual fuimos creados!

Pero no sólo se sufre en el infierno, sino que también en el Purgatorio se padecen penas pero de amor, porque entrevisto Dios en el juicio particular, el alma es separada de Él por un tiempo, que a veces puede llegar a ser de siglos y milenios.

Estas cosas las puede entender, aunque sea sólo un poco, quien ha amado mucho a alguien y por algún motivo no fue correspondido o no pudo concretar la unión con esa persona amada.

¡Cuánto se sufre esperando una llamada telefónica, una carta, un encuentro, que nunca llegan! Y eso mismo ocurre por ejemplo con las Almas del Purgatorio, que esperan ver a Dios, saber de Él, un detalle de su amor, pero muchas veces nadie se las da, porque los que vivimos en el mundo nos olvidamos de las almas que padecen en el Purgatorio y no las socorremos con oraciones y sufragios.

Si cuando uno ama fuertemente a alguien y no puede conseguir a esa persona, se llega a las más graves consecuencias como por ejemplo la locura y el suicidio, intentemos entender un poco lo que será la pérdida de Dios para las almas, tanto las que están en el Purgatorio, o muchísimo, infinitamente peor, las que están para siempre en el infierno.

Estamos a tiempo. Dios nos ama infinitamente y todavía nos espera, porque quiere estrecharnos a su pecho como a esposa amadísima. Basta que no pongamos obstáculos en nuestra vida, sino que cumplamos los Mandamientos y hagamos buenas obras para evitar el infierno, y también lo más posible el Purgatorio.

Pensemos en estas cosas y recordemos que lo que Dios quiere de nosotros es nuestro corazón, nuestro amor. Porque Él lo tiene todo, pero no tiene nuestro corazón, ¡y lo quiere! No regateemos con Él porque nos conviene entregárselo. ¿Acaso no le entregaríamos nuestro corazón a la persona amada, por la que nos desvelamos y por la que haríamos las más grandes hazañas para conquistarla? Bueno, Dios se merece mucho más, se merece que hagamos “locuras” por Él y por la salvación de las almas, porque Él es el Amor y fuimos creados para gozarle eternamente.

SantísimaVirgen 

 



 

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...